“No pedimos subvenciones, reclamamos quitar todos los obstáculos con que han ido asfixiando el sector en los últimos años”
Entrevista con
Gerhard Meyer
Delegado de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) en Castilla y León
Gerhard Meyer asumió hace unos meses la representación de la UNEF, la Unión Española Fotovoltaica, en Castilla y León. Conoce de primera mano la situación del sector en la región gracias a su cargo en AS Solar Ibérica.
En una situación compleja y sobre todo de incertidumbre ante la regulación del sector y los cambios políticos, ¿con qué objetivos asumes la representación de la UNEF en Castilla y León?
El sector fotovoltaico de Castilla y León languidece por las trabas impuestas por el gobierno central con la finalidad de retrasar cuanto más tiempo posible su despliegue. Los objetivos de UNEF en Castilla y León no pueden ser otros que terminar con la inseguridad jurídica de los últimos años y facilitar un libre desarrollo de instalaciones fotovoltaicas en toda la comunidad para el futuro inmediato. Nunca hubo argumentos serios para frenar el avance fotovoltaico, y esta opinión se está extendiéndose cada vez más en la sociedad. No pedimos subvenciones, reclamamos quitar todos los obstáculos con que han ido asfixiando el sector en los últimos años.
En la Comunidad de Castilla y León los proyectos fotovoltaicos han sido muy destacados en muchas zonas rurales que vieron como sus perspectivas de rentabilidad se diluían con los cambios normativos ¿Hay muchos inversores y particulares fotovoltaicos que se sienten defraudados?
Por supuesto que sí. Atraídos por la buena fe en la credibilidad del gobierno central, muchos inversores se fiaban de las normas del BOE que incentivaban el uso de la fotovoltaica. Nadie podía imaginarse de lejos que un gobierno de estado pudiera ser capaz de cambiar tan radicalmente las reglas de juego y recortar constantemente las retribuciones, hasta que muchos inversores se quedasen nada menos que en la ruina económica. Hasta la Agencia Internacional de Energía, tampoco conocido como un gran amigo de las energías renovables, reconoció que España ha empeorado legalmente hasta tener hoy por hoy la peor regulación en todo el mundo.
Importantes compañías españolas y extranjeras instalaron factorías con muchos empleos relacionadas con el sector fotovoltaico. En los últimos años muchas se vieron obligadas a cerrar ante la falta de demanda ¿Puede cambiar esta situación a medio plazo?, ¿de qué dependería?
Depende de la voluntad política de devolver a España su status como nación puntera de tecnología fotovoltaica. Estoy seguro que España sigue teniendo un potencial inmenso de conocimiento y de recursos humanos, capaz de volver a alcanzar en poco tiempo el liderazgo que perdió por a las políticas represivas del gobierno central. José Luis Zapatero sostuvo en una de sus últimas comparecencias públicas, que el sector renovable tiene un potencial de crear 1 millón de empleos cualificados en una década. Sin embargo, en vez de crear se destruyó sistemáticamente empleo, pero eso no es un proceso irreversible. Ahora toca volver a crear estructuras, y el nuevo gobierno, del color que sea, no se puede permitir más de frenar un proceso que avanza en el resto del mundo a grandes pasos. Establecer la fotovoltaica como una fuente principal de energía no es solo una cuestión de rentabilidad, sino también de seguridad de suministro. Apostar por la fotovoltaica con el combustible autóctono es mucho más seguro que importar fósiles de zonas conflictivas como Argelia.
La regulación del autoconsumo, con muchas limitaciones, ¿puede ayudar a la industria fotovoltaica de la comunidad a crecer tras años de parón?
Es una regulación complicada. No está diseñada para el fomento del sector fotovoltaico, pero al menos tenemos un punto de partida. Antes solo teníamos incertidumbre, ahora al menos hay una legislación. Desde UNEF llevamos años reclamando una normativa que regule el autoconsumo solar y así salir de la inseguridad. Desde octubre 2015 la tenemos, y aunque no sea fácil, seremos capaces de avanzar y hacer posible que toda la sociedad puede beneficiarse de las ventajas de la tecnología fotovoltaica. España es el país con las mejores condiciones para aprovechar el sol, y hasta las grandes eléctricas se han dado cuenta que ya no pueden eliminar la fotovoltaica del mapa energético.
La eficiencia energética está de moda en muchas administraciones públicas para distintos proyectos ¿La fotovoltaica puede ser clave en el ahorro energético de pymes, explotaciones agroindustriales o de las propias administraciones públicas como ayuntamientos?
No creo que sea una moda, sino el reconocimiento de que con la eficiencia se puede ahorrar mucha energía, y de esta manera conseguir importantes ventajas económicas. La fotovoltaica es una tecnología clave para mejorar la eficiencia energética, ahorrar en la factura de luz y convertir el coste de electricidad en un factor predecible. Para muchas empresas la electricidad es el factor crucial para su competitividad, y cada vez más deciden y decidirán apostar por el ahorro de costes de electricidad y ganar en competitividad a través de una planta fotovoltaica. Ahorrar costes, mejorar la eficiencia y ganar competitividad, con la fotovoltaica es posible. Y todo esto de manera limpia y sostenible. La economía y el medio ambiente lo reclaman, y se impondrá también en España, igual como en el resto del mundo.