precio de la luz
La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) denuncia que la industria pagará la energía un 344% más cara que en 2019
El sector abonará este año en costes energéticos un total de 1.494,8 millones de euros
ANICE insiste en la difícil situación que está atravesando la industria cárnica. El encarecimiento de las materias primas y el incremento continuado de los costes de energía y resto de insumos han disparado los costes de producción, llevando a un tremendo desgaste a los operadores, al endeudamiento de las empresas y a la desaparición de los márgenes comerciales, poniendo en peligro la pervivencia de sus negocios.
Una situación que lejos de mejorar, lo que parece es que empeorará en los próximos meses, por lo que desde todos los foros económicos se advierte de que hay que adoptar medidas urgentes y eficaces que corrijan esta coyuntura.
Desde ANICE se echa de menos una política industrial de apoyo a las empresas y una evaluación y corrección de las políticas normativas que generen nuevas cargas y costes a las empresas.
Por ejemplo, en lo que respecta a los costes energéticos, este año la industria cárnica pagará un total de 1.494,8 millones de €, con una subida del 344% con respecto a 2019. Solo en el primer trimestre de 2022, el precio medio de la electricidad fue de 228,41 euros/MW/h, lo que representa un 572,6% y un 105,1% más respecto a 2020 y 2021.
A partir del último informe disponible del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre ‘Consumos energéticos’, del año 2019, la asociación ha llevado a cabo una aproximación de los gastos energéticos que tendrá que abonar en 2022 la industria cárnica, teniendo en cuenta los precios medios para cada tipo de energía y el importe resultante a pagar de las unidades consumidas en 2019, pero a precio 2022.
Este análisis desglosado muestra el aumento, sin precedentes, de las facturas a las que tendrán que hacer frente las empresas en 2022.
En el año 2019 el consumo de electricidad a pagar fue de 289.940.000 euros, mientras que en 2022 la industria deberá abonar un total de 1.266.160.000 euros.
Respecto al gas, en 2019 esta partida ascendió a 80.133.000 euros, mientras que en 2022 el importe será de 570.418.296 euros.
Por último, el gasto por consumo de gasóleo en automoción durante 2019 ascendió a la cantidad de 63.376.000 euros, mientras que el importe a pagar en 2022 será de 91.716.896 euros.
“Hemos superado las crisis económicas precedentes y la pandemia, con un comportamiento ejemplar, trabajando día a día para garantizar el abastecimiento de los alimentos a la población, pero esta nefasta coyuntura amenaza con acabar con un buen número de empresas”, afirma el secretario general de ANICE, Miguel Huerta.
Un tejido industrial que, si no se toman medidas, desaparecerá, para no volver, y que agravará el despoblamiento de las zonas rurales, la España vaciada, porque esas empresas están, en su inmensa mayoría, en el medio rural, y con ellas también se perderá en gran parte la ganadería que es esencial para mantener nuestros ecosistemas y dar vida y futuro a los pueblos.
La organización considera, por tanto, que urge adoptar medidas eficaces que corrijan esta coyuntura y eviten el desmoronamiento de los sectores industriales.
Las granjas avícolas de León temen el cierre por el sobrecoste energético y la venta a pérdidas
La subida en el coste de la energía aboca a una situación límite al sector
La asociación DEFIENDE TU AVICULTURA, que aglutina a 17 explotaciones leonesas con 1,4 millones de plazas de pollos, y cuya representación supera el 25% de la cabaña nacional de los avicultores de carne de pollo y pavo, viene denunciando desde su creación, la crítica situación de estos debida al aumento desbocado de los gastos energéticos, su inexistente posición negociadora frente a los abusos de las integradoras (empresas dueñas de los animales que contratan nuestras labores de cría y engorde en nuestras explotaciones) y al incumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria.
Una situación límite que en la provincia de León pone en un riesgo a las cerca de 60 explotaciones avícolas que se encuentran en ella. En la provincia de León son 17 las explotaciones que forman parte de la asociación que preside el leonés Alexis Codesa y que suponen unas 1.400.000 plazas de pollos. A nivel nacional son 430 socios, de los que 33 ya han notificado a las integradoras que cuando terminen la crianza en vigor no van a meter más pollos; en Castilla y León son once explotaciones y 700.000 plazas.
La Asociación ha trasladado oficialmente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación estos problemas solicitando una reunión para abordarlos y encontrar soluciones, siempre sin respuesta. Y todo esto se produce en un contexto en el que el consumidor ha visto incrementado el precio del pollo hasta en un 35%. El precio ha aumentado para el consumidor, pero el avicultor sigue recibiendo el mismo precio por kilo de carne, pese al incremento de todos los gastos de cría. Así, constatado el incumplimiento de la cadena alimentaria, la interprofesional, ni actúa ni abre vía de diálogos con los avicultores, poniendo de manifiesto que AVIANZA únicamente vela por los intereses de las Integradoras dejando de lado los nuestros, los avicultores, parte fundamental del proceso productivo ya que las granjas son de nuestra propiedad.
Si el incremento de la luz, los precios y el combustible se han notado en un hogar medio, cuanto más en una explotación de grandes dimensiones. Los costes aumentan, el precio de venta al público aumenta, pero no la remuneración de los avicultores, que, con su esfuerzo diario, están sosteniendo un sistema que, como siga obviando la aplicación de la ley, está abocado al colapso.
Unión de Uniones destaca que el coste de la energía eléctrica ha subido un 60 % en 10 años
España se situó como segundo país de la UE con la tarifa más alta
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha analizado la evolución de los precios de la electricidad durante los últimos diez años y destaca que estos se han visto incrementados en un 60 %, más del doble de la media europea.
Unión de Uniones revela que, según los estudios analizados, el precio de la electricidad para los consumos más habituales en el sector, aquellos menores de 20 MWh, aumentaba un 60 % en los últimos 10 años. Asimismo, en el segundo semestre de 2019, España se situó como segundo país de la UE con la tarifa más alta con 0,379 €/KWh, solo después de Italia.
En otro orden de cosas, respecto al consumo energético estatal, situado en torno a las 2.400 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) al año, solo un 3 % procede de fuentes renovables siendo, por usos, la maquinaria la que consume una mayor proporción de energía (54%), seguida de las explotaciones agrarias (32%) y los sistemas de regadío (14%).
“Quizá sea el momento idóneo para afrontar la transición hacia una agricultura más limpia y eficiente energéticamente, pero deben implementarse medidas coherentes, concretas y con un presupuesto suficiente y dejar de mirar a Europa solo para que lo interesa a los políticos y las grandes corporaciones”, declaran desde Unión de Uniones.
Unión de Uniones considera muy interesante el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en fase de revisión, que contempla una medida, prevista con 929 millones de euros para el periodo 2021-2030, para mejorar la eficiencia energética de los sistemas de regadío y reducir su consumo energético en un 30%, las explotaciones agrarias en un 30% y la maquinaria agrícola en un 25%, así como el objetivo de triplicar el consumo de origen renovable en las explotaciones en 2030.
No obstante, cree que estos objetivos deben ir acompañados de una hoja de ruta específica y, sobre todo, tarifas eléctricas adaptadas a las explotaciones agrarias y un plan RENOVE con suficiente presupuesto para disponer de un parque de maquinaria más limpio y eficiente.
“Estos días anunciaba el ministro que se destinarían 8,5 millones al Plan RENOVE para 2020, pero necesitamos que entre en vigor ya”, comentan Unión de Uniones, “Anunciarlo y no ponerlo en marcha no sirve de absolutamente nada”, concluyen.
“Desde el sector no sabemos todavía cómo se van a articular estas medidas y sus acciones concretas” comentan desde la organización. “Es preciso establecer una hoja de ruta específica para conseguir que sea una realidad el aumento del consumo de fuentes renovables y mejorar la eficiencia en el sector” concluyen. Asimismo, Unión de Uniones considera clave acompañar estas medidas con contratos y tarifas eléctricas adaptadas a las necesidades de las explotaciones agrarias.
El mayor incremento del gasto en energía se produjo en Castilla y León
La variación fue del 15%, pasando de los 886 euros en 2017 a los 1.017 euros en 2018
En 2018 el coste energético para un hogar español medio fue de 970 €, un 6,3% más que el año anterior. Así se desprende del Estudio Fintonic “Consumo de Energía en España 2018”, en el que se analizó el consumo de luz y gas de la población española entre enero y diciembre del último año. La empresa ha obtenido esos números «a partir de datos reales y anónimos de más de 100.000 usuarios de Fintonic, app financiera diseñada para organizar el dinero y ahorrar».
Si atendemos a la evolución del gasto, el mayor aumento -explican los autores del informe- se produjo en Castilla y León, donde la variación fue del 15%, pasando de los 886 euros en 2017 a los 1.017 euros en 2018. Navarra, Asturias, Islas Baleares y Cantabria se encuentran también entre las zonas donde más creció el coste.
Según este estudio, las diferencias de gasto en energía entre regiones fueron muy significativas. Así, Castilla-La Mancha registró la factura media más alta con 1.068 €, un 67% más que las Islas Canarias, donde descendió hasta los 638 €.
En el lado opuesto, como las comunidades autónomas con la factura energética más baja en 2018, por detrás de Canarias, se encuentran Galicia, con 784 euros (+2,1%); Andalucía, con 879 euros (+5,9%); Comunidad Valenciana, con 917 euros (+3,6%), y Asturias, con 944 euros, un 11,1% más.
En este sentido, Lupina Iturriaga, fundadora y CEO de Fintonic, asegura que “a pesar del incremento en el precio de la energía en los últimos meses, es posible conseguir ahorros en nuestra factura mediante la renegociación de las condiciones o la contratación de otros proveedores”. El cambio de proveedor o renegociar las condiciones puede suponer ahorros de hasta 200€ anuales, añadió.
Las grandes compañías pierden cuota de mercado
El 82% del mercado energético en España está copado por Iberdrola, Endesa y Naturgy, aunque su cuota con respecto a 2017 descendió un 2,6%. Al contrario de lo que ocurre con EDP y Viesgo que, con un 8,7% del negocio, experimentan un crecimiento de un 1,4%. Una tendencia que también comparten el resto de compañías que, en su conjunto, supusieron un 9,3%, con un crecimiento del 1,2% con respecto al año anterior.
Por cobertura geográfica, Iberdrola se situó como principal proveedora en nueve regiones -entre ellas, Castilla y León- mientras que Endesa lideró el mercado en otras cinco. Se distinguen Asturias, donde EDP se impone al resto; Cantabria con Viesgo a la cabeza y Galicia, donde sobresale Naturgy.
Las comunidades de regantes de Ferduero logran precios de 42 euros el megawatio con compras conjuntas trimestrales
La factura eléctrica es uno de los costes más importantes a los que tienen que hacer frente los agricultores de regadío. Y por ello han buscado alternativas para abaratarla. A través de Ferduero, la federación que aglutina a las comunidades de regantes de la región, han firmado un acuerdo con la empresa EDP que les permitirá ahorrar entre un 20 y un 25% de sus gastos eléctrico. El precio fijado hasta el mes de septiembre es de 42 euros por megawatio.
El acuerdo ha sido suscrito en León por 33 comunidades de regantes, ya que algunas de ellas mantienen acuerdos independientes con otras compañías. En la pasada campaña, el precio pagado por las comunidades de regantes fue de 55 euros por megawatio contratado, con un gasto global de cinco millones de euros.
Ferduero mantiene un sistema de compras desde hace ya tres años por el que adquiere la energía eléctrica que necesita para sus asociados de forma trimestral. En este consumo, se «incluyen los posibles desvíos ya sean por un menor consumo o una mayor necesidad de electricidad sin que la tarifa varíe, ya que en ambos casos es asumido por la compañía”.
Según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España (Esyrce) del Ministerio de Agricultura, la superficie destinada a cultivos de regadío en España es de 3,5 millones de hectáreas, de las que casi 419.000 hectáreas se cultivan en Castilla y León. La comunidad es la tercera de España, tras Andalucía y Castilla-La Mancha, en este tipo de cultivos que requieren para el riego un alto consumo energético.
El 73% de la subida del precio de la luz desde 2008 se debe a impuestos y tasas del Estado
Las familias españolas pagan uno de los precios más caros de la electricidad en los países de Unión Europea, y en gran parte por la intervención estatal vía impuestos y tasas.
“El 73% de la subida que ha experimentado el precio de la electricidad de 2008 a 2014 en España se debe a la cuña gubernamental; es decir, la intervención estatal es la causa de 59 de los 81 euros/MWh que ha aumentado el coste de la luz en este periodo”, según el doctor David Robinson, presidente de la consultora David Robinson & Associates y Senior Research Fellow en The Oxford Institute for Energy Studies. Robinson es uno de los mayores expertos mundiales en liberalización del sector eléctrico y ha asesorado a números países en sus procesos de reforma de sus sistemas eléctricos.
Hay que tener en cuenta que en el recibo de la luz que reciben los particulares, comercios y empresas figuran conceptos tales como el IVA del 21% desde septiembre del 2011, impuesto sobre la electricidad, las compensaciones extrapeninsulares, ayudas al carbón, las primas la Régimen Especial Energía o las anualidades del déficit de tarifa. Entre todos ellos suponen más del 56% del recibo de la luz. Es decir, de cada 100 euros que se pagan en un hipotético recibido de la luz, 56 euros no dependen para nada del coste real de la generación y distribución eléctrica.
Según el “Análisis de los precios de la electricidad en la Unión Europea y en Estados Unidos: Una perspectiva española”, elaborado por este experto, entre el 2008 y el segundo semestre del 2014, los precios de la electricidad en España son los que más habrían subido de la UE, en torno a los 81 euros/MWh, el doble que lo han hecho de media en la UE.
En el ranking de precios de los 28 países de la UE, España ocupa el cuarto lugar, solo por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda. En 2008 se situaba en puesto número doce.
Según el informe, si no se tuvieran en cuenta estas tasas e impuestos estatales, España pasaría de la cuarta posición que ocupa actualmente al puesto undécimo en el ránking europeo de los precios de la electricidad.