La nueva ayuda de 10 euros/tonelada al carbón nacional intentará frenar las importaciones masivas de carbón extranjero
Las ayudas aprobadas por el Gobierno de 10 euros para incentivar la compra del carbón nacional pueden no ser suficientes para convencer a las grandes eléctricas propietarias de las centrales de ciclo combinado para que compren más. Además, las empresas mineras tendrán que devolver estas ayudas si quieren mantener su actividad después del 2018. El Gobierno anunció que había llegado a un principio de acuerdo con la Comisión Europea para poder aumentar estos pagos.
Hay que tener en cuenta que la producción de carbón en España ha disminuido un 83,3% entre el año 2000 y el 2014, con incremento cercanos al 20% de carbón extranjero. En el año 2000, la producción de carbón español superaba los 23 millones de toneladas y hoy en día no llega a los cuatro millones de toneladas.
Además hay que tener en cuenta la fuerte caída en la producción de lignito pardo en Galicia, y también de antracita y hulla, estas últimas muy importantes en el norte de las provincias de León y Palencia. De estas últimas se ha pasado de unos 11,3 millones de toneladas en el año a los 2,7 millones del 2014 a nivel nacional, de las que en torno al millón han salido de las minas de la región, sobre todo de León.
El acuerdo del Gobierno pasa por aumentar los pagos a las explotaciones en 10 euros en tonelada, cobrando así las minas de galería 25 euros por toneladas, mientras las de cielo abierto comenzarán a cobrar 10 euros, después de no recibir nada desde 2014.
El nuevo incentivo se establecería de forma anual según la diferencia entre el precio internacional del carbón y el precio del mineral nacional en 2013, cuando se adoptó el Plan de Cierre que incluía las subvenciones. De esta forma reducirá el diferencial de precio.