La producción de carbón en Castilla y León apenas supone el 10% del total español
El uso de la energía con carbón ha tenido uno de los mejores inicios de año en España de los últimos años pero que no ha beneficiado en nada al sector del carbón de Castilla y León ni a sus empresas. Al igual que ha ocurrido en el 2016 cuando la producción de carbón español ha caído en picado un 43% hasta los 1,74 millones de toneladas.
De esta cantidad, las minas de la región, concentradas en León y Palencia, solo aportaron unas 170.000 toneladas. De esta forma el carbón de las cuencas de la región aporta ya menos del 10% del carbón producido en toda España. Muy lejos quedan las cifras cercanas a los 5 millones de toneladas que salían de las empresas de carbón de la comunidad en los primeros años del siglo XXI.
Mientras, las importaciones de carbón de terceros países siguen acaparando todo el protagonismo de las centrales hasta sumar 14,6 millones de toneladas, aunque con un descenso del 23% y de más de 8 millones de toneladas en relación al año anterior. Países como Rusia, Indonesia, Colombia o, en el futuro, Alemania, han tomado la delantera al carbón castellano leonés o asturiano a marchas forzadas. El propio Ministerio de Industria se ha mostrado muy favorable a la importación de carbón de otros países como Alemania para mantener estabilidad en los precios de la electricidad.
Durante el primer trimestre del 2017, debido a las condiciones climatológicas de menos lluvias y viento, el carbón se ha convertido en la segunda energía española de mayor producción con más del 16% del total de energía producida, solo por detrás de la energía de origen nuclear, según los últimos datos de Red Eléctrica de España. Una circunstancia que debería ser positiva para las empresas mineras de Palencia y León, pero que, vistos los antecedentes de importaciones de carbón a bajo precio, no parecen serlo.
Ilustración: J.C. Florentino