Las certificadoras entran en el negocio de la certificación de la extensión de la vida útil de parques eólicos más allá de los 20 años
La prolongación de la vida útil de los parques eólicos, que afectará a casi un tercio de los parques en España y Castilla y León en los próximos años, ha abierto una nueva vía de negocio para las empresas certificadoras. La empresa SGS ha entrado ya el primer certificado de Certificado de Extensión de Vida (LTE) de un parque eólico a la empresa Innogy Spain. Se trata de un parque de 16 Mw ubicado en Muel (Zaragoza) que lleva operando desde 1998 y que por tanto ha cumplido ya los 20 años de actividad. Para el análisis del mismo se ha utilizado tecnología de escaneo realizada en 3D en campo.
Entre los objetivos de la certificación que realizan las certificadoras destaca la revisión documental detallada de procedimientos, checklists, registros e inspecciones en campo. También figura el análisis de fatiga por máquina, con cálculo de vida remanente, componente por componente crítico y determinando componentes que limitan la vida útil de cada máquina (posibilitando el estudio de mejores estrategias de operación y mantenimiento); la revisión plan de extensión de vida con medidas correctivas y preventivas y la certificación final del parque con implementación de las medidas y mantenimientos necesarios.
Según los fabricantes y promotores eólicos, los 20 años de actividad de un parque eólico se consideran de media como la vida útil de diseño del mismo a partir de la cual se deben analizar las alternativas que garanticen la operatividad y sobre todo rentabilidad del mismo para sus promotores y entidades de financiación.
Por el número de parques, por su antigüedad media y sobre todo por el número de megawatios instalados, como líder nacional, Castilla y León será en los próximos años el principal mercado para este tipo de certificaciones que serán claves en el alargamiento de la vida útil de los parques o incluso en sus alternativas de repotenciación.
Energía de Castilla y León 