“Para 2016 ya esperamos la reactivación de la construcción de parques eólicos”
Entrevista (I) con
Ricardo González Mantero
Director General de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León
Castilla y León es la segunda comunidad en producción eléctrica tras Cataluña, pero la séptima en consumo, siendo la que más «exporta» energía fuera. ¿Está suficientemente valorado su protagonismo energético?
Los conocedores del sector energético saben de la importancia en energía de Castilla y León, no sólo por su aportación a la generación eléctrica de España, sino por nuestra contribución al cumplimiento de los objetivos europeos a 2020: sin la aportación de renovables de Castilla y León, que suponen alrededor del 40% de nuestro consumo de energía final, sería impensable que España lograra alcanzar el objetivo europeo de 20% de cuota de las renovables en 2020. Hablando en términos exclusivamente eléctricos, nuestra generación con renovables es de media el 135% de nuestro consumo de electricidad.
La región es la primera en megawatios eólicos instalados y generación eólica. Pero tras los cambios legislativos sólo se han sumado 340 MW desde 2011. ¿Cuántos parques y megawatios están actualmente en tramitación y qué posibilidades reales existen de que se construyan a corto plazo?
La nueva regulación, y desconociendo aún cómo va a evolucionar el anuncio de concurrencia competitiva para 500 MW eólicos y 200 MW de biomasa que realizó el Gobierno en primavera, tiene una consecuencia clara: los proyectos solicitados de menor recurso eólico no podrán seguir adelante. Afortunadamente, en Castilla y León sí disponemos de buen recurso, y contamos aún con unos 3.000 MW en proyectos vivos, que los promotores han mantenido al considerarlos viables.
Nuestra intención es avanzar con todos ellos en tramitación, y autorizarlos una vez cumplidos todos los trámites reglados, con especial significación de la evaluación de impacto ambiental y de la obtención de acceso y conexión a las redes de transporte o distribución. Para 2016 ya esperamos la reactivación de la construcción de parques, con la ejecución de algunos proyectos en la provincia de Burgos, aunque sin sumar de momento mucha potencia instalada.
Muchos proyectos fotovoltaicos dejaron a miles de pequeños ahorradores en un situación complicada ante la drástica reducción de su rentabilidad. ¿La nueva normativa presentada por el Ministerio es suficiente para asegurar el futuro de estos huertos solares y que no acaben en manos de la banca por impagos?
En realidad, la mayor afección a promotores fotovoltaicos de Castilla y León vino de la regulación realizada en 2010, que cometió el error de asimilar el mapa de recurso solar térmico con el de solar fotovoltaico, sin tener en cuenta que en el caso de la fotovoltaica las bajas temperaturas incrementan el rendimiento de los paneles. Por tanto, comparando con la situación de 2010, y para la gran mayoría de las instalaciones solares fotovoltaicas de Castilla y León, con excepción de las de más de 2 MW, la nueva regulación apenas supone cambios en cuanto a su rentabilidad, más allá de que se realice sobre inversión estándar y no sobre producción. Cuestión aparte es que algunos promotores hayan tenido que acudir a recursos en la vía judicial para que se reconozca su derecho a la retribución, que se les había retirado por cierto exceso de celo al valorar el cumplimiento de los requisitos establecidos.
La región cuenta con un gran potencial en biomasa. ¿Qué se puede hacer desde la Junta de Castilla y León para potenciar su uso?
Pues lo fundamental es el Plan de Bioenergía 2011-2020, que presta atención a los usos eléctricos, térmicos y en el transporte de la biomasa. Este plan, que se potenciará tras la aprobación del nuevo Programa Operativo para Castilla y León, aparte de actuar sobre la demanda lo hace también sobre la oferta, siendo en la oferta, la producción de biomasa, donde quizá tenemos más potencia de generación de actividad económica y empleo.
Foto: © ICAL/PEIO GARCÍA