Un estudio destaca la revolución digital que tendrán que acometer las gasolineras con más peso del coche eléctrico y de gas natural
Vehículos conectados, apps y economía colaborativa irrumpen en el sector de la comercialización de carburantes. En la próxima década, las estaciones de servicio tendrán que responder a las nuevas necesidades de vehículos eléctricos, híbridos, autónomos y compartidos. Las gasolineras se someterán a un proceso de digitalización que les permitirá comunicarse directamente con el propio automóvil, además de con conductores y consumidores. La tercera edición del informe ‘Energy Journal’ de Oliver Wyman analiza los retos y oportunidades del sector energético y profundiza en el futuro de las gasolineras.
Según el estudio, se están desarrollando distintos procesos que están modificando la relación gasolinera-cliente-automóvil y, por tanto, el modelo de negocio de las estaciones de servicio que deben empezar a adaptarse a esta nueva realidad. La demanda de gasolina ha comenzado a ralentizarse en las economías más maduras y se prevé que la tendencia continúe, debido a que las nuevas generaciones han dejado de soñar con disponer de un vehículo en propiedad.
Según Alejandro Gaffner, socio de Oliver Wyman en España, ‘la transformación digital de las estaciones de servicio es inminente y sus efectos cambiarán el modelo económico del sector. En los próximos años, los operadores que se anticipen al cambio contarán con una importante ventaja competitiva’.
Entre otros aspectos, la consultora estratégica prevé la creación de un ecosistema en el que el conductor pasará a un segundo plano, mientras que gasolineras y automóviles se comunicarán entre sí para seleccionar el combustible preferido del conductor, repostar sin que este se involucre en el proceso y gestionar el pago vía apps integradas en los respectivos sistemas.
Por otra parte, la gasolinera del futuro tendrá que reflejar la diversidad de sus clientes. La creciente popularidad de vehículos híbridos y eléctricos promoverá que las estaciones de servicio dispongan de estaciones de carga, como ya ocurre en algunos países de Europa, y se preparen para atender la creciente demanda de gas natural comprimido y licuado.
Según los expertos de Oliver Wyman, el porcentaje de beneficios provenientes de la gasolina y del diésel podría continuar descendiendo debido a la diversidad de servicios y productos ofrecidos en las gasolineras. Se prevé que las estaciones de servicio se convertirán en grandes centros logísticos de gestión de pedidos online. Un concepto de tienda de conveniencia que se expande con la economía colaborativa, en la que se podrá repostar combustible de forma más sofisticada y, además, recoger pedidos que han sido entregados en la estación por un dron.
Adicionalmente, el repostaje podría no tener lugar en las gasolineras, ya que comienzan a aparecer los servicios de combustible por encargo, en los que los clientes pueden solicitar que su pedido sea enviado al aparcamiento de su oficina.
Por otra parte, a medida que los servicios de car-sharing se expandan, las estaciones de servicio también contratarán con más compradores para flotas. En lugar de proporcionar sus servicios a conductores individuales, las redes de gasolineras podrán mantener contratos de largo plazo con este tipo de compañías. Asimismo, los fabricantes de coches autónomos también podrán decidir desarrollar programas de repostaje a largo plazo para sus compradores.
Se espera que en 2022 los coches estén equipados con suficiente conectividad a Internet para que puedan recomendar a sus conductores dónde repostar, así como para efectuar el pago directamente.