La Junta quiere rebajar el consumo energético un 32% hasta 2020 con una inversión de 940 millones de euros
La Estrategia de Eficiencia Energética, diseñada por la Consejería de Economía y Hacienda a través del Ente Regional de la Energía (EREN), incluye una batería de 79 medidas dirigidas a reducir en más del 30 % el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Castilla y León hasta el año 2020, objetivo que está 10 puntos por encima del marcado por la Unión Europea (UE). La inversión estimada durante la ejecución del plan –que se ha abierto a la participación social en el portal de Gobierno Abierto– asciende a más de 940 millones de euros, de los que casi la tercera parte se financiarán con recursos públicos
El análisis de los datos de consumo real y su tendencia en el ámbito autonómico revela que Castilla y León cumplió las exigencias de la UE en 2013, ya que ese año el ahorro energético conseguido era ya del 20,89 % en relación con los indicadores de 1990. Por este motivo, la nueva Estrategia de Eficiencia Energética de la Junta es más ambiciosa en sus objetivos y prevé rebajar el 32,45 % el consumo –lo que en términos absolutos implica una minoración de 757,3 kilotoneladas equivalentes de petróleo (Ktep) de energía final– y el 30,24 % las emisiones contaminantes en 2020 –dejar de emitir 2,5 toneladas de CO2–.
El documento elaborado por el EREN, que da continuidad a los Planes de Eficiencia Energética desarrollados en los periodos 2002-2007 y 2008-2012, se estructura en siete áreas: industria, edificación, transporte, servicios públicos-entidades locales, Administración autonómica, I+D+i y comunicación, difusión y formación.
La decena de iniciativas planteadas en torno al primer eje, la industria, se centra en fomentar las inversiones de eficiencia en los procesos, equipos e instalaciones de las compañías, así como en la diversificación de las fuentes empleadas en la producción a través de la convocatoria de distintas líneas de subvenciones. Hay que señalar que el sector industrial es el tercero que más energía final consume, en concreto el 22 % del total, por detrás del transporte (casi el 40 %) y la edificación (28 %), y el reto es conseguir que sea responsable de una tercera parte del ahorro estimado para 2020, de manera que reduzca el consumo en 253,5 Ktep.
El segundo epígrafe hace referencia a la edificación, que abarca los subsectores doméstico, comercio y servicios y hostelería. La Estrategia propone 20 medidas para disminuir el consumo en 134,4 Ktep, una cifra que representa el 17,7 % del objetivo previsto. Así, en el ámbito de los hogares, contempla planes de sustitución o ‘Renove’ de electrodomésticos, calderas, equipos de aire acondicionado y ventanas, así como incentivos para las redes de distribución de calor y frío y para los edificios de energía cero (‘near zero energy building’, en inglés).
El tercer capítulo está dedicado al transporte y proyecta siete medidas encaminadas a reducir el consumo en 332,6 Ktep hasta 2020, es decir, cerca del 44 % del total. En este campo se trabajará en la transición hacia modelos de movilidad de personas y mercancías más eficientes a través de planes de transporte sostenibles; en la planificación de infraestructuras que favorezcan la incorporación de vehículos alternativos, así como en la promoción del uso de combustibles distintos de los convencionales mediante ayudas. La Junta, por su parte, continuará con el plan de desarrollo y utilización del coche eléctrico e híbrido enchufable en la Administración.
La puesta en marcha de las 79 medidas contempladas en la Estrategia de Eficiencia Energética requerirá una inversión aproximada de 940,4 millones de euros hasta 2020. De esta cantidad, 642,1 millones serán aportados por el sector privado (el 68,3 % del total), mientras los restantes 298,3 millones (el 31,7 %) se sufragarán con recursos públicos, tanto de carácter autónomo, como estatales y europeos, con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).