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Hidráulica, eólica y carbón suponen más del 90% de la energía producida en Castilla y León en 2016

La demanda eléctrica en Castilla y León creció con más fuerza que la media española durante el pasado año 2016, hasta alcanzar los 3,4 megavatios por habitante sin contar con los grandes consumidores. En el total de la comunidad la demanda alcanzó los 5,8 megavatios, según datos de Red Eléctrica Española. Junto con la Comunidad de Extremadura, volvió ser la mayor generadora neta de energía hasta un total de 16.988 gigavatios/hora tras producir un total de cerca de 32.000 Gw/h.
Hay que tener en cuenta que la región no llega a consumir ni la mitad de la energía que demanda: produce más del 12% del total de la energía nacional y demanda solo poco más del 5% del total. La comunidad dispone del 13,4% del total de la potencia instalada en Mw, en torno a los 14.100 de un total de 105.000 en toda España. Un porcentaje que aumenta de forma considerable en el caso de la eólica con casi el 25% del total nacional (más de 5.600 Mw) así como en la hidráulica (cerca de 4.400 Mw).
La energía de origen hidráulico, la eólica y el carbón suponen más del 90% de la energía producida en la región que se complementa con la de origen fotovoltaico, cogeneración, biomasa y biogás. En el caso de las energías de origen hidráulico y eólico, la región tiene un peso muy importante en la generación a nivel nacional, cercano al 30% en el caso de la primera y cerca del 23% en el caso de la eólica.
Castilla y León ha solicitado desde 2001 más de 10.500 Mw de generación renovable
Castilla y León, gracias sobre todo a sus proyectos de energía eólica, ha sido muy activa en presentar solicitudes para la generación de energía renovable y cogeneración. Según los datos de Red Eléctrica Española del Informe sobre el Sistema Eléctrico Español, desde 2001 hasta abril de 2016, la región habría presentado un total de 142 solicitudes por un total de 10.524 Mw de potencia. De esta cantidad se habría gestionado unos 7.977 Mw.
En cuanto al número de solicitudes presentadas, la región sería la segunda de España en este periodo, solo por detrás de Andalucía que presentó 145. Y en cuanto a la potencia presentada en megawatios, la comunidad castellano-leonesa sería la cuarta de España por detrás de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.
En total, durante este periodo, se habrían presentado en toda España un total de 853 solicitudes que habrían sumado más de 88.380 Mw de potencia, de las que se han gestionado un total de 74.826. Gran parte de ellas, tras los cambios normativos provocados por los diferentes Reales Decretos, se habrían quedado por el camino.
Durante este largo periodo, Castilla y León había presentado hasta abril del 2016 un total de 36 solicitudes de acceso a la red de transporte de demanda y distribución.
La producción renovable de Castilla y León alcanza el 88% de su consumo interno

Castilla y León es una de las comunidades autónomas españolas donde su producción renovable de energía eléctrica, gracias sobre todo a su potencial eólico, alcanza mayor porcentaje de su demanda. Según los datos del Informe del Sistema Eléctrico Español del 2015 presentado por REE, entre la energía de origen eólico, la solar fotovoltaica y el resto de renovables –biomasa y biogás sobre todo– suponen ya algo más del 88% de la demanda energética regional.
La producción eólica de Castilla y León supuso en el 2015 un total de 11.080 Gwh, la de solar fotovoltaica los 844 Gwh y el resto de renovables 252 Gwh. Entre las tres energías renovables supusieron una producción de 12.176 Gwh frente a un consumo regional de 13.752 Gwh.
La comunidad volvió a ser la primera región en producción de energía de origen eólico, por delante de Galicia, que alcanzó los 8.444 Gwh. Mientras, Castilla y León se ha situado como la cuarta región española en producción de solar fotovoltaica, solo por detrás de Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura.
A nivel nacional, por tecnologías, la producción de electricidad peninsular durante 2015 se generó en un 21,8% a partir de centrales nucleares (22,0% en 2014), el 20,3% con carbón (16,5% en 2014), el 19,0% con eólica (20,3% en 2014), el 11,0% con hidráulica (15,5% en 2014) y el restante 27,9% se repartió entre los ciclos combinados (10,1%), cogeneración (10,1%), solar (5,1%) y otras (residuos y otras renovables, un 2,6%).
“Para 2016 ya esperamos la reactivación de la construcción de parques eólicos”
Entrevista (I) con
Ricardo González Mantero
Director General de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León
Castilla y León es la segunda comunidad en producción eléctrica tras Cataluña, pero la séptima en consumo, siendo la que más «exporta» energía fuera. ¿Está suficientemente valorado su protagonismo energético?
Los conocedores del sector energético saben de la importancia en energía de Castilla y León, no sólo por su aportación a la generación eléctrica de España, sino por nuestra contribución al cumplimiento de los objetivos europeos a 2020: sin la aportación de renovables de Castilla y León, que suponen alrededor del 40% de nuestro consumo de energía final, sería impensable que España lograra alcanzar el objetivo europeo de 20% de cuota de las renovables en 2020. Hablando en términos exclusivamente eléctricos, nuestra generación con renovables es de media el 135% de nuestro consumo de electricidad.
La región es la primera en megawatios eólicos instalados y generación eólica. Pero tras los cambios legislativos sólo se han sumado 340 MW desde 2011. ¿Cuántos parques y megawatios están actualmente en tramitación y qué posibilidades reales existen de que se construyan a corto plazo?
La nueva regulación, y desconociendo aún cómo va a evolucionar el anuncio de concurrencia competitiva para 500 MW eólicos y 200 MW de biomasa que realizó el Gobierno en primavera, tiene una consecuencia clara: los proyectos solicitados de menor recurso eólico no podrán seguir adelante. Afortunadamente, en Castilla y León sí disponemos de buen recurso, y contamos aún con unos 3.000 MW en proyectos vivos, que los promotores han mantenido al considerarlos viables.
Nuestra intención es avanzar con todos ellos en tramitación, y autorizarlos una vez cumplidos todos los trámites reglados, con especial significación de la evaluación de impacto ambiental y de la obtención de acceso y conexión a las redes de transporte o distribución. Para 2016 ya esperamos la reactivación de la construcción de parques, con la ejecución de algunos proyectos en la provincia de Burgos, aunque sin sumar de momento mucha potencia instalada.
Muchos proyectos fotovoltaicos dejaron a miles de pequeños ahorradores en un situación complicada ante la drástica reducción de su rentabilidad. ¿La nueva normativa presentada por el Ministerio es suficiente para asegurar el futuro de estos huertos solares y que no acaben en manos de la banca por impagos?
En realidad, la mayor afección a promotores fotovoltaicos de Castilla y León vino de la regulación realizada en 2010, que cometió el error de asimilar el mapa de recurso solar térmico con el de solar fotovoltaico, sin tener en cuenta que en el caso de la fotovoltaica las bajas temperaturas incrementan el rendimiento de los paneles. Por tanto, comparando con la situación de 2010, y para la gran mayoría de las instalaciones solares fotovoltaicas de Castilla y León, con excepción de las de más de 2 MW, la nueva regulación apenas supone cambios en cuanto a su rentabilidad, más allá de que se realice sobre inversión estándar y no sobre producción. Cuestión aparte es que algunos promotores hayan tenido que acudir a recursos en la vía judicial para que se reconozca su derecho a la retribución, que se les había retirado por cierto exceso de celo al valorar el cumplimiento de los requisitos establecidos.
La región cuenta con un gran potencial en biomasa. ¿Qué se puede hacer desde la Junta de Castilla y León para potenciar su uso?
Pues lo fundamental es el Plan de Bioenergía 2011-2020, que presta atención a los usos eléctricos, térmicos y en el transporte de la biomasa. Este plan, que se potenciará tras la aprobación del nuevo Programa Operativo para Castilla y León, aparte de actuar sobre la demanda lo hace también sobre la oferta, siendo en la oferta, la producción de biomasa, donde quizá tenemos más potencia de generación de actividad económica y empleo.
Foto: © ICAL/PEIO GARCÍA
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