Mercado Eléctrico
La eólica lidera la producción eléctrica entre enero y abril por delante de la nuclear e hidráulica
El repunte del consumo eléctrico en el mes de abril no puede solapar que la demanda eléctrica en los cuatro meses del año 2015 no acaba de despegar. Según los datos de Red Eléctrica de España, la demanda peninsular de energía eléctrica en el mes de abril se estima en 19.926 GWh, un 6,4% superior a la registrada en el mismo mes del año anterior. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda peninsular de energía eléctrica ha aumentado un 3% con respecto a abril del 2015.
En los cuatro primeros meses del año, la demanda peninsular de energía eléctrica se estima en 83.796 GWh, un 0,5% más que en el 2015. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica es un 0,3% superior a la registrada en el año anterior.
La producción de origen eólico en el mes de abril ha alcanzado los 4.301 GWh, un 13,8% superior a la del mismo mes del año pasado, y ha supuesto el 21,9% de la producción total. En el mes de abril, con la información provisional a día 29, la generación procedente de fuentes de energía renovable ha representado el 54,1% de la producción.
La energía de origen eólico ha sido la de mayor generación entre los meses de enero a abril, con un 26%, seguida de la de origen nuclear con el 22,7%, la hidráulica con el 20,3%, la cogeneración con 9,7%, la de carbón con el 8,3%, el ciclo combinado con el 6,8%. Mientras, la Solar Fotovoltaica se quedó en el 2,6% y la solar térmica en el 1,2%.
El Supremo obliga a considerar los datos individuales para retribuir a las distribuidoras eléctricas
El Tribunal Supremo ha resuelto favorablemente dos recursos, interpuestos por la Asociación de Distribuidores de Energía y por la distribuidora gallega Eléctrica Los Molinos, contra las órdenes Ministeriales que fijaban la retribución para las distribuidoras para la segunda mitad de 2013 y para 2014.
Según destaca Daniel Pérez Rodríguez, de Holtrop SLP Transaction & Business Law, en dos sentencias hechas públicas hace unos días, de 26 de enero de 2016 y 2 de febrero de 2016, el Tribunal Supremo declara la nulidad parcial de las órdenes ministeriales IET/2442/2013 y IET/107/2014, en lo referido al cálculo del factor alpha aplicable a la actividad de distribución de energía eléctrica para empresas de menos de 100.000 clientes.
El problema es el siguiente: a la hora determinar la retribución de las pequeñas distribuidoras, uno de los elementos a considerar es el factor alpha, que permite saber qué parte de la retribución se debe a costes de operación y mantenimiento y qué parte sirve para cubrir los costes de inversión.
El Tribunal Supremo estima las pretensiones de las recurrentes y ordena al Gobierno que fije la retribución de las distribuidoras con menos de 100.000 clientes en base a la información individualizada proporcionada por cada empresa distribuidora. Por el contrario, el Tribunal Supremo no acoge el argumento esgrimido por la Asociación de Distribuidoras sobre la insuficiencia de una retribución basada en la rentabilidad de las Obligaciones del Estado a 10 años más 200 puntos básicos.
Según Daniel Pérez, se aprecia una línea jurisprudencial muy clara del Tribunal Supremo en los últimos meses, en relación con el rechazo a diferentes normas que fijaban retribuciones para diferentes actores del sistema eléctrico sin estar respaldadas por una metodología concreta. No entra el Supremo en si la retribución es o no suficiente, sino que el principal reproche es la ausencia de un método con el que determinar las cuantías a percibir.
Ilustración: J.C.Florentino
Nuclear, carbón y eólica lideran la producción eléctrica en el 2015, con más del 60% del total

En el 2015, el 37,4% de energía eléctrica demandada se cubrió con generación renovable. La participación de esta tecnología en la producción de electricidad ha descendido 5,4 puntos respecto al año anterior debido, principalmente, a la caída de la generación hidráulica que ha sido un 28,2% menos que en el año anterior. La eólica, por su parte, ha descendido su producción un 5,3% respecto al 2014, hasta alcanzar los 47.948 GWh.
La generación nuclear cubrió este año el 21,7% de la demanda de energía eléctrica, seguida del carbón que aportó el 20,3%, la eólica el 19,1%, la hidráulica el 11,1%, la cogeneración y resto el 10,6%, el ciclo combinado el 10%, y las tecnologías solares y la térmica renovable, que cubrieron conjuntamente el 7,2% de la demanda anual, aportación similar a la del 2014.
El parque generador de energía eléctrica en la Península ha aumentado ligeramente al finalizar 2015, con una potencia instalada de 102.613 MW (0,4% más que a finales del 2014).
La demanda peninsular de energía eléctrica en el 2015 ha crecido un 1,9% con respecto al año anterior, hasta alcanzar los 248.181 GWh. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda de electricidad ha ascendido un 1,5% con respecto al 2014.
Según los datos del Avance del informe del sistema eléctrico español del 2015 que elabora Red Eléctrica de España, sería la primera vez en cinco años que la demanda eléctrica acaba en tasas positivas, desde el 2010.
El 73% de la subida del precio de la luz desde 2008 se debe a impuestos y tasas del Estado
Las familias españolas pagan uno de los precios más caros de la electricidad en los países de Unión Europea, y en gran parte por la intervención estatal vía impuestos y tasas.
“El 73% de la subida que ha experimentado el precio de la electricidad de 2008 a 2014 en España se debe a la cuña gubernamental; es decir, la intervención estatal es la causa de 59 de los 81 euros/MWh que ha aumentado el coste de la luz en este periodo”, según el doctor David Robinson, presidente de la consultora David Robinson & Associates y Senior Research Fellow en The Oxford Institute for Energy Studies. Robinson es uno de los mayores expertos mundiales en liberalización del sector eléctrico y ha asesorado a números países en sus procesos de reforma de sus sistemas eléctricos.
Hay que tener en cuenta que en el recibo de la luz que reciben los particulares, comercios y empresas figuran conceptos tales como el IVA del 21% desde septiembre del 2011, impuesto sobre la electricidad, las compensaciones extrapeninsulares, ayudas al carbón, las primas la Régimen Especial Energía o las anualidades del déficit de tarifa. Entre todos ellos suponen más del 56% del recibo de la luz. Es decir, de cada 100 euros que se pagan en un hipotético recibido de la luz, 56 euros no dependen para nada del coste real de la generación y distribución eléctrica.
Según el “Análisis de los precios de la electricidad en la Unión Europea y en Estados Unidos: Una perspectiva española”, elaborado por este experto, entre el 2008 y el segundo semestre del 2014, los precios de la electricidad en España son los que más habrían subido de la UE, en torno a los 81 euros/MWh, el doble que lo han hecho de media en la UE.
En el ranking de precios de los 28 países de la UE, España ocupa el cuarto lugar, solo por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda. En 2008 se situaba en puesto número doce.
Según el informe, si no se tuvieran en cuenta estas tasas e impuestos estatales, España pasaría de la cuarta posición que ocupa actualmente al puesto undécimo en el ránking europeo de los precios de la electricidad.
Los ayuntamientos podrán rebajar el IBI hasta un 20% a las viviendas con mejor certificación energética
El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) le puede hacer un gran favor al ahorro energético en España. Según una encuesta realizada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), solo un 36% de los ciudadanos tendría en cuenta la certificación energética de los edificios a la hora de vender o alquilar una vivienda. Pero a partir de 2016 tendrán que prestarle más atención porque la misma tendrá mucho que ver en el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
El Ministerio de Hacienda está dispuesto a permitir que los ayuntamientos puedan rebajar hasta un 20% el IBI para las propiedades que más energía ahorren, las de la letra A. Para las que tengan una calificación B, recibirán una bonificación de hasta el 16% y si es C puede llegar al 12%. Mientras, las viviendas con la letra D podrán llegar a rebajarse hasta el 8% y un 4% si han conseguido la E.
Para incentivar el ahorro y la eficiencia energética, aquellas casas que tengan peores resultados (letra F y G) o que no tengan todavía solicitado el certificado, no tendrán derecho a ninguna rebaja. Desde el próximo 1 de enero, los ayuntamientos podrán poner en marcha estos descuentos. Sólo se podrán aplicar los descuentos a aquellos pisos y viviendas que dispongan de certificación energética en el año en curso que se cobre el IBI.
Desde la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma (ANERR) consideran que esta iniciativa puede incentivar las reformas para la mejora de la eficiencia energética en las viviendas. Entre las medidas más sencillas para mejorar en alguna letra la calificación energética de inmueble destacan los cambios de las ventanas por marcos de PVC y vidrios dobles o la instalación de calderas de condensación de alto rendimiento. Ambas medidas pueden llegar a suponer un ahorro medio de más del 30% anual sobre la factura habitual en una vivienda de 90 metros cuadrados.
Donde los expertos creen que hay más margen de mejora es en las viviendas que disponen de peor calificación, las de la letra F y G. Aunque todo tiene su coste. Pasar de una letra G a una C costaría por medio cuadrado útil una media de 350 euros: pasar de la C a la B, unos 200 euros y de la B a la A, unos 150 euros por metro cuadrado.
Según las estimaciones del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), las viviendas en España pueden mejorar su eficiencia energética hasta un 50%. Hay que tener en cuenta que ocho de cada diez edificios españoles tiene una certificación energética E o menor.
67.000 clientes de electricidad y gas han cambiado de comercializador en Castilla y León en el segundo trimestre del 2015
Como les lleva ocurriendo muchos años a las compañías de telefonía, las empresas eléctricas y gasistas se van acostumbrando a las idas y venidas de sus clientes. Los cambios de comercializador en el mercado energético de Castilla y León durante el segundo trimestre del 2015 han sido un poco más activos que la media nacional.
Según los datos de la CNMC, entre abril y mayo de este año, el número de cambios de comercializado activados en el sector eléctrico en Castilla y León han sido 52.363, lo que supone el 2,6% sobre el total de puntos de suministro. La media española en este periodo ha sido del 2,9%.
Mientras las solicitudes de cambio de comercializador activas en el sector del gas en la región han sido en este periodo de 14.420, lo que supone un 3,2% sobre el total de puntos de suministro, tres décimas por encima de la media nacional en el sector. Castilla y León cuenta actualmente con 2.027.656 puntos de suministros eléctricos y 451.866 puntos de suministro de gas.
El tiempo medio de cambio de comercializador a nivel nacional, tanto para electricidad como para gas, es algo superior a los 14 días de media, entre comercializador y distribuidor.
A nivel nacional, las solicitudes de cambio de comercializador activadas han sido 1.053.991, desglosadas en 833.609 activaciones en el sector eléctrico y 220.382 en el gasista.
La tasa de switchings –como se conoce en el sector este tipo de cambio de empresa– por segmento de mercado en el sector eléctrico es del 2,8%, 7,0% y 4,0% para los sectores doméstico/comercial, PYMEs e industrial, respectivamente. En cuanto al sector gasista, se desglosa en 2,9%, 6,1% y 2,5% en dichos segmentos, respectivamente.
Cabe señalar que la tasa de switching en el segmento doméstico/comercial es similar a la obtenida en periodos anteriores, por lo que la introducción del precio voluntario para el pequeño consumidor de energía eléctrica (PVPC) en vigor desde el 29 de marzo no ha afectado en demasía.
Ilustración: J.C.Florentino
Unión Fenosa invierte 700.000 euros en trabajos de limpieza y poda en sus líneas eléctricas de Castilla y León
Unión Fenosa Distribución, filial de distribución eléctrica de Gas Natural Fenosa, invertirá este año más de 700.000 euros en labores de limpieza, tala y poda en sus líneas de Castilla y León. En los últimos cuatro años, la distribuidora ha destinado cerca de 3,6 millones de euros a estos trabajos de mantenimiento de su red.
Las acciones de limpieza, tala y poda se desarrollan siguiendo un programa cíclico de actuaciones, en función de las características de las líneas eléctricas y de las especies de arbolado. Cada año se actúa en zonas próximas a 2.600 kilómetros de líneas eléctricas de Unión Fenosa Distribución en Castilla y León.
La compañía prosigue de esta manera con la mejora de las infraestructuras eléctricas de la región, donde suministra electricidad a 362 municipios de las provincias de León, Segovia, Zamora y Soria, a través de una red de más de 14.200 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión, que da servicio a más de 330.000 puntos de suministro.
La inversión económica en los trabajos de mantenimiento de las líneas eléctricas contribuye decisivamente a la prevención de incendios forestales en Castilla y León, así como al óptimo funcionamiento del suministro energético. Estas labores de tala y poda del arbolado han permitido, asimismo, incrementar los índices de calidad del suministro eléctrico y el Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI), que en Castilla y León se situó el año pasado en 67 minutos, mejorando en un 12% el valor medio de los últimos cinco años.
Foto: Tendido eléctrico de Unión Fenosa Distribución en Castilla y León
Castilla y León se afianza como el mayor exportador de energía eléctrica de España con casi 20.000 Gwh
Es la segunda región española en producción eléctrica tras Cataluña
y la séptima en consumo, que cayó un 1,2% en 2014
La energía se ha convertido en uno de los sectores líderes de la economía de Castilla y León, por la potencia en megawatios instalada, por la producción anual en gigawatios y sobre todo, por el gran saldo exportador de energía eléctrica hacia otras regiones y países.
La comparación es evidente: mientras que por Producto Interior Bruto la región es la séptima de España con 53.989 millones de euros en 2014 y la octava en PIB per cápita, es la segunda productora española de energía eléctrica, solo superada por Cataluña. Sin contar actualmente con ningún gigawatio de origen nuclear, lo que suele marcar las diferencias en el ranking energético español.
Castilla y León alcanzó en el año 2014 –último con cifras globales– una generación neta de 33.912 Gwh, sólo por detrás de los 41.629 Gw de Cataluña. Mientras, el consumo de energía eléctrica regional fue de 12.923 Gwh, el séptimo de España. Este último dato sí casa más con el peso económico de Castilla y León en el PIB español.
Las diferencias entre producción y consumo, una vez descontados los consumos de bombeo, arrojan un saldo exportador de 19.883 Gwh, siendo la primera región española que más energía eléctrica vende fuera de sus fronteras. Extremadura con 17.160 Gwh, gracias a la Central Nuclear de Almaraz, es la segunda.
La comunidad castellano-leonesa es la segunda de España en potencia instalada en Mw, tras Andalucía con 14.543, liderados por la eólica y la hidráulica.
Estas cifras unidas a la presencia en su territorio de las principales empresas del sector energético nacional –Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, CHC Energía, E.ON, Repsol, Cepsa, BP, Galp– y de los principales operadores del sector eólico y fotovoltaico, muestran a las claras el gran impacto económico y laboral del sector energético para los habitantes de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.
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